martes, 20 de septiembre de 2011

AJO DE MATAERO


El ajo mataero es un plato típico de la cocina manchega (concretamente de la zona de Albacete). Se elabora básicamente con hígado y pan. Se trata de uno de los platos que tradicionalmente se elaboraba en las matanzas (de ahí su nombre).
Una de las maneras de cocinarlo es freír hígado de cerdo (previamente cortado en daditos) y ajos en grasa de cerdo (normalmente tocino) y pimentón. Todo ello se maja en un mortero y se añade un desmenuzado de miga de pan (generalmente de pan ácimo) y agua en una sartén al fuego, sin parar de remover. De color marrón, se suele servir con piñones y tiene la consistencia de un puré. Está íntimamente ligado al día de la matanza en invierno.

Os dejo la receta detallada.

Ingredientes:
1 pan de pueblo de un kilo aproximadamente que ha de ser del día anterior o dos días, mejor.
1 cabeza de ajos
1 cucharada sopera de pimentón dulce
½ cucharada de las de café, de pimentón picante
1 cucharada de las de café de orégano
1 cucharada de las de café, rasa, de pimienta negra molida
1 cucharada y ½, de las de café, de canela molida
½ cucharada de las de café, de nuez moscada molida
½ cucharada de las de café, de clavo molido (7 clavos)
1 vaso de aceite de oliva
400 gramos de hígado de cerdo
400 gramos de panceta
Piñones
Aceite, sal y agua

El secreto está en no dejar de remover. Sabremos que está a punto cuando el aceite sube a la superficie. 

 Preparación:

Hacemos el pan cuatro cuartos y lo desmigamos, reservando en una fuente y reservamos también la corteza, que nos servirá para comer el ajo.
Troceamos en tajadas el hígado y la panceta, cortándolas gruesas pues merman al freír.
Asamos ligeramente la cabeza de ajos (puede hacerse en el microondas).
En una sartén honda, ponemos el aceite de oliva y las tajadas de panceta previamente sazonadas de sal, a fuego muy bajo, derechas sobre la corteza (conforme se va calentando el aceite se va friendo la corteza consiguiendo de esta forma que la corteza resulte crujiente); una vez fritas las tajadas se apartan. En el mismo aceite se fríen las tajadas de hígado previamente sazonadas de sal y se apartan (no freír mucho la mitad del hígado para poder picarlo bien). Colamos el aceite de haber frito la panceta y el hígado, y le añadimos el pan desmigado, a fuego medio-bajo, para rehogarlo, no dejando de dar vueltas para que no se tueste ni se queme; cuando el pan coge color se le añade el pimentón sin parar de darle vueltas., siempre con el cuidado que no se pegue.

Seguidamente echamos bastante agua, dándole vueltas sin parar.

Le echamos la sal y se va dejando hervir.

En un mortero se va picando el ajo con sal, el orégano y el hígado que dejamos para picar (tiene que estar aún caliente).

Cuando este todo picado, se echa a la sartén   y se va añadiendo las especies restantes: pimienta, canela, clavo molido y nuez moscada, sin dejar de remover para que se mezcle todo bien, a fuego medio.

Si fuera necesario añadir más agua lo haríamos, pero siempre caliente para no interrumpir la cocción. Habrá de cocer unos cuarenta o cuarenta y cinco minutos, ajustaremos de sal y especias si fuera necesario.

Cuando el ajo vaya tomando cierta consistencia (sin espesarse en exceso) y comience a dar el aceite (el aceite sale por encima), se aparta y se deja reposar, añadiendo por encima los piñones y unos trocitos de panceta e hígado.

 Y, ya está!. Buen provecho.

Consejo: se come mojando con las cortezas de pan que se habían reservado para tal menester, nunca con cuchara.

ATASCABURRAS


El atascaburras es un plato manchego típico del invierno albaceteño y sus sierras, preferentemente cuando nieva. Es un plato tradicional de lugares fríos, que se suele comer cuando caen las primeras nieves de invierno; incluso se dice que para que salga bien bueno, debe usarse nieve derretida para cocerlo. Las exquisitas y pequeñas nueces de la sierra se añaden para adornar y completar un plato nutritivo. Dicen los lugareños que como casi todos los platos de campo, es mejor no usar platos y comer directamente del mortero.
Cuentan que sus creadores fueron dos pastores que se quedaron aislados tras una nevada, y que sin otra posibilidad que añadir a un cocido nada más que unas patatas y unas espinas de bacalao, al ver que no era consistente vertieron el aceite de oliva y lo machacaron fuertemente para evitar las durezas de las espinas del bacalao. Tras comerlo dijeron a la comunidad que es una comida que "harta hasta las burras" y se dice que de ahí le viene el nombre. Se saben referencias escritas del plato desde el siglo XVII.
El plato contiene diversos ingredientes fáciles de obtener en un pueblo aislado por la nieve, como puede ser el bacalao en salazón (desalado en abundante agua la noche previa), las patatas cocidas y desmenuzadas, el aceite de oliva, el ajo y las nueces. Durante la elaboración se van machacando los ingredientes, de tal forma que su textura final sea la de un puré.
Se sirve adornado con nueces, y aunque no es tradicional se emplean rodajas de huevo cocido como decoración. En algunos lugares se come con abundante pan de hogaza remojando la salsa.

RECETA

Ingredientes:
8 patatas medianas
500 grs. de bacalao desalado
3 dientes de ajo
6 huevos duros,
1 vaso de aceite de oliva
50 grs. de nueces y sal
Preparación:
Cocer las patatas con piel (30 minutos) y por separado el bacalao (15
minutos), reservar una taza del caldo de bacalao.
Picar los ajos, pelar las patatas y desmigajar el bacalao.
En un mortero, machacar los ajos, incorporar la patata y mezclar
Añadir el bacalao y mezclar bien,
Añadir el aceite sin dejar de remover, siempre dándole vueltas en el mismo
sentido. Si quedase muy espeso, añadir una poca de agua del bacalao
(consistencia de puré)
Traspasar a los platos y adornar con rodajas de huevo duro, nueces y un
chorro de aceite.
Buen provecho.


GAZPACHOS MANCHEGOS


Los gazpachos manchegos son un plato castellano, concretamente de La Mancha, consistente en un guiso caldoso servido caliente a base de carne de caza como es el conejo, liebre o perdiz, con trozos de torta cenceña manchega. Si bien en algunas zonas se les añaden también setas (de cardo, de chopo o níscalos). 
Los gazpachos son un plato consistente; pastoril en su origen, pero sencillo de ingredientes. Aparece en el Quijote con el nombre de galianos. Lo típico es comerlo con la forma y costumbres tradicionales, sobre la propia torta y utilizando como cuchara pellizcos de la misma. El empleo de la torta azima, sin levadura, se debe a que admite una mayor absorción del caldo.

De ahí viene el dicho de los gazpachos se come hasta la cuchara y el plato. Como es razonable, saben mucho mejor si la carne es de caza que criada en granja. Otro modo tradicional es comerlo con cuchara sobre la torta, sin llegar a probar bocado de esta, y una vez bien rebañada la torta extender una fina capa de miel de romero sobre ella, enrollarla y comer la torta como postre. En algunas zonas del sur del Campo de Montiel, la torta se parte en trozos pequeños dentro del caldo y se deja que éste se consuma. En ese caso, los gazpachos se suelen servir en forma de tortilla, guisados por tandas en una sartén.

                         

Pan ácimo (ázimo o cenceño) es el pan que se elabora sin levadura. Su masa es una mezcla de harina de algún cereal con agua, a la que se le puede añadir sal. A esta masa se le da la forma deseada antes de someterla a temperatura alta para cocinarla. La harina utilizada generalmente es de trigo, cebada, maíz u otros cereales.

LA COCINA DE ALBACETE


Es una de las más ricas y diversas de España; se trata de una cocina pastoril que refleja la ganadería existente en la provincia. Se caracteriza por ser rica en carnes (corderos, cerdos, aves, caza) y legumbres variadas y unas estupendas frutas. Una gastronomía sabrosa, variada y con gran tradición.
Para comer bien en Albacete, es imprescindible probar sus platos típicos; Los gazpachos es uno de los platos más característico de esta zona, cocinados con sus particulares tortas, carne de caza como perdiz, conejo de monte y liebre, jamón, setas, laurel, tomillo. Además de otros platos como el famoso atascaburras; la perdiz, escabechada o con alubias; la olla de pastor, podrida o de aldea; guisos de legumbres, el pisto manchego y la gran variedad de setas, espárragos trigueros, pastel de puerro. El queso manchego se consume como tapa, pero también puede tomarse frito.
Todo esto se puede regar con los vinos de la tierra con Denominación de Origen como son; la Denominación de La Mancha, La Manchuela, Almansa o Jumilla. Además de diferentes Pagos.
Algunos de los platos más reconocidos son los siguientes (generalmente compartidos por toda la provincia):
• Gazpachos manchegos (a base de torta de pan y conejo). Típica comida de cazadores.


• Atascaburras (con patatas y bacalao). Es tradición cocinar este plato en días de nieve.



• Ajo de Mataero (altamente nutritivo). Especial para días fríos.
• Moje (una especie de ensalada de tomate troceado, cebolla, aceitunas, huevo duro y sardinas en aceite o atún).
• Queso frito (queso fresco frito con un poco de harina, servido a veces con mermelada de tomate o fresa).




• Pisto.
• Migas.
• Perdiz escabechada
• Distintos tipos de gachas.
• Variantes arroceras.
• La cuerva, bebida a base de vino tradicional de Albacete y el resto del sureste español.
• La paloma se tomaba en las noche de verano con motivo de reuniones de vecindad.
• También se elaboran dulces mos¬cateles, mistelas y últimamente los orujos de distintos sabores.



Entre abril y agosto se pueden degustar muchos de estos platos en las populares tascas de la Feria, con una capacidad total de más de 2.000 personas que se acomodan en el paseo ferial y donde es complicado encontrar mesa en las noches de los fines de semana. Caracoles, chorizos, morcillas, forro y otras delicias de la zona pueden degustarse por un módico precio.



GASTRONOMIA MANCHEGA


En la región de Castilla-La Mancha las costumbres culinarias reflejan un origen de alimentos elaborados por pastores y campesinos. Al-Manchara significa en árabe ‘tierra seca’, indicando lo árido de sus tierras y la cualidad de sus platos. Es parecida en algunos aspectos a la cocina de Castilla y León (por los asados y los quesos), teniendo influencias al sur con la cocina andaluza de interior y de Extremadura. Se menciona a menudo que el mejor recetario de la cocina manchega es el “Don Quijote de la Mancha” de Cervantes. Su personalidad, con el tiempo, ha llegado a influir sobre otras cocinas regionales como la madrileña, donde existen platos típicos de inspiración claramente manchega. Predominan el trigo y los cereales: pan, sopas, gazpachos, migas, gachas, olla de trigo, etcétera. La cocina manchega es abundante en ajo (se define a Las Pedroñeras como la «capital del ajo»), llevándolo algunos platos en su nombre, como el ajo arriero, el ajomataero (elaborado con hígado de cerdo) o el ajo pringue. También esta el azafrán, que se cultiva y se recoge entre septiembre y octubre.
Algunas recetas tradicionales típicas son los gazpachos manchegos (en nada similares a sus homónimos andaluces), el pisto manchego (fritada de verduras, conocido en el resto de España), las migas ruleras (con carne) y la caldereta galiana. El bacalao en salazón llega a estas tierras y se denomina tiznao, usándose en el atascaburras, así como en el zanguango. Entre los platos de verdura se encuentran también el moje, las berenjenas de Almagro y el tojunto. Algunos platos manchegos fueron popularizados por El Quijote, como el salpicón y los duelos y quebrantos. También son populares el morteruelo (llamado foie-gras manchego), las perdices escabechadas y las carcamusas toledanas. Entre los lácteos destaca el renombrado queso manchego, puramente pastoril, graso y de forma cilíndrica. La Mancha posee entre los vinos tintos una denominación de Origen La Mancha específica, así como la de Valdepeñas.

domingo, 3 de julio de 2011

"UN POQUICO" DE HISTORIA

Se sabe, por algunos hallazgos cerámicos, que el origen de Albacete es musulmán, y que era una pequeña alquería, muy próxima a Chinchilla de Monte-Aragón, plaza de la que dependió durante casi toda la Edad Media. Su nombre original era Al-Basit (la llanura).
Tras la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212, los reyes cristianos rompen las defensas almohades y se adentran en los despoblados y desprotegidos territorios de La Mancha albacetense. La pequeña Al-Basit es tomada en 1241 y entregada como aldea al poderoso concejo de Alarcón (Cuenca).
En la historia de esta provincia, y en general, en la historia de la Edad Media española, tiene un gran peso la figura de don Manuel, hermano del rey Alfonso X, que había logrado un importante señorío tras la conquista de los reinos musulmanes levantinos. El señor de Villena inicia una ingente labor de repoblamiento, con la esperanza de triunfar allí donde el rey y la Orden de Santiago habían fracasado. Mediante el Privilegio de Villazgo, promulgado en el castillo de Garcimuñoz en 1375, se concede a Albacete el título de villa independiente de Chinchilla. No obstante, el señorío de Villena y más tarde marquesado, padeció no pocas vicisitudes en los años siguientes. Durante un lustro, las tierras albaceteñas fueron escenario de un conflicto bélico entre los partidarios de los Reyes Católicos y los de Juana la Beltraneja, apoyada por don Diego López Pacheco, segundo marqués de Villena.
El fin del marquesado de Villena se inicia en 1475, con la sublevación de Alcaraz.
Finalmente, los Reyes Católicos y sus partidarios ganaron la contienda, y la Corona se apropia de todas las villas, expropia el Marquesado y las encomiendas de la Orden de Santiago, y hace sentir el peso de la nueva política. La nobleza, es compensada con creces y las ciudades ven recortados sus fueros y privilegios.
Los sucesos históricos que convulsionan el Reino en los siglos siguientes, afectan a Albacete de diversas maneras.
Durante la guerra de las comunidades y salvo un breve período, la capital, igual que las otras grandes villas, permanece fiel a la monarquía.

Durante el S. XVIII, Albacete se encuentra estructurado partiendo de tres núcleos: Alto de la Villa, El Cerrico y la Cuesta, con límite de barrera al Norte en la Carretera Madrid-Valencia. Los tres núcleos tenían una población de unos 8000 habitantes. En Septiembre de 1710, Felipe V concedió a la ciudad el privilegio de una feria franca. La ciudad acordó construir un edificio permanente en el paraje de Santa Catalina, en las ""eras"" o ""ejidos"" de su propiedad, cercano al molino del Acequión, al Oeste de la villa.
Durante la guerra de independencia española, 1808-1812, las autoridades buscaron el refugio de la sierra albaceteña, desde donde coordinaron la resistencia al ejército francés.
En 1833 se configura, con algunas variantes, la actual provincia de Albacete y a esta villa como su capital. Sin embargo, Albacete no lograría el rango de ciudad hasta 1862, por decreto de Isabel II de España.
La Desamortización de Mendizábal, trajo consigo una gran variación en la forma de la ciudad, al aprovechar diversos conventos para configurar plazas como la del Altozano.
Durante la Guerra Civil española, debido a su cercanía al puerto de Cartagena y a su estratégica situación como nudo de comunicaciones, Albacete fue sede de las Brigadas Internacionales. Como el resto de España, sufrió con dureza los rigores de la Guerra Civil, siendo bombardeada en diversas ocasiones. Aún hoy en día se pueden ver las huellas de la Guerra Civil, quedando los refugios antiaéreos de la Plaza del Altozano como testimonio del pasado.
Por Real Decreto de 19 de Diciembre de 1851, se dispuso la construcción de la línea férrea de Aranjuez a Almansa, siendo inaugurado solemnemente el ferrocarril los días 18, 19 y 20 de marzo de 1855. Dicha estación de tren se encontraba situada donde hoy puede verse la fuente de las Ranas. En 1853 se abrió el Paseo del Progreso (renombrado sucesivamente como de Alfonso XII, de la República, de José Antonio, y en la actualidad Paseo de la Libertad). Dicho paseo configuraba el eje burgués de la ciudad, enlazando la Plaza del Altozano con la Estación de tren, a semejanza de otras aperturas viarias unidas a estaciones de ferrocarril que se ejecutaron en el Paris de
Hausmann, o muchísimas otras ciudades europeas.
En 1871 se realizó el primer plan de ensanche para la ciudad de Albacete. Manteniendo los criterios urbanísticos de ensanches decimonónicos, se ejecutó un plano que marcó el crecimiento de la ciudad de Albacete durante los siguientes decenios. Se basaba el plano en la continuación del crecimiento de la ciudad en manzana cerrada mediante un esquema claramente radiocéntrico. De este modo, se configuró la ciudad en un abanico, esquema que se ha mantenido hasta hoy en día.
En el año 1906 se realizó en Albacete el edificio del Ayuntamiento, bello ejemplo de arquitectura eclecticista que junto con el Edificio del Gran Hotel, configuran los mejores ejemplos de dicha arquitectura en la ciudad de Albacete. De principios de siglo es también el Parque de Abelardo Sánchez, céntrico parque que en un principio se llamó de Canalejas.

El crecimiento y desarrollo de la ciudad de Albacete durante el siglo XX ha venido dado por una serie de Planes Generales que, con mayor o menor fortuna crean la ciudad que hoy tenemos.
En la actualidad, la ciudad de Albacete sufre una enorme transformación, con la ejecución de muy diversos proyectos, como el Palacio de Congresos, la ejecución de un nuevo aeropuerto, una nueva estación de tren que conecte a la ciudad por AVE, la ampliación del Polígono Industrial Campollano, la ejecución de un nuevo polígono industrial de Romica, o la finalización de diversos aparcamientos públicos, síntoma del claro despegue económico que está sufriendo la ciudad.

jueves, 23 de junio de 2011

BANDERA DE ALBACETE


La bandera de Albacete es de color carmesí con el escudo de Albacete situado en el centro.
El escudo está compuesto por tres torres en triángulo surmontadas por un murciélago, sobre plata. Está rematado por una corona de marqués.
Fue adoptada el 30 de abril de 1992 según acuerdo adoptado por el Ayuntamiento Pleno, tras ser otorgada por Orden de la Consejería de Administraciones Públicas de fecha 9 de marzo del mismo año.
En dicha Orden, la bandera de Albacete es descrita así:
lienzo rojo carmesí, dimensiones 90:155 cm. en cuyo centro campará el Escudo de Albacete, conforme a la modificación efectuada por Decreto 137/86, de 30 de diciembre. Las dimensiones del Escudo son de 40 cm. de altura, excluyendo la Corona, y 56 cm. si se incluye, con un ancho de 30 cm.

EL ESCUDO DE ALBACETE


Según acuerdo adoptado por el Ayuntamiento Pleno, en sesión de fecha 28 de febrero de 1986, el escudo de Albacete se describe del siguiente modo: "La ciudad de Albacete trae por armas: en campo de plata tres torres bien ordenadas y almenadas, de piedra, mazonadas de sable, aclaradas de azur y surmontadas por un murciélago de sable con las alas desplegadas puesto en jefe. Se timbra con corona de marqués, que es de oro con piedras y perlas, con ocho florones (cuatro foliados y los otros en pirámides de tres perlas; visibles uno y dos medios de la primera especie y dos intercalados de la segunda)".
Pero dicho acuerdo contenía una errata, ya que decía "tres torres bien ordenadas", lo que heráldicamente supondría dos torres arriba y una abajo. Al estar una arriba y dos abajo, debería decir "tres torres mal ordenadas".
Más tarde el Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicaba el 13 de enero de 1987, el decreto 137/86, de 30 de diciembre, de Presidencia y Gobernación de la Junta de Comunidades, por el que se aprueba la modificación del Escudo Heráldico de la Ciudad de Albacete. Este Decreto señala en el artículo primero de su disposición: "Se aprueba la modificación del Escudo Heráldico del Municipio de Albacete, cumplido el preceptivo trámite, de ser informado el expediente por la Real Academia de la Historia, en la forma siguiente: En campo de plata, tres torres bien ordenadas (de nuevo una errata en el texto, ya que debería decir "mal ordenadas") y almenadas de piedra, mazonadas de sable, aclaradas de azur y surmontadas por un murciélago de sable con las alas desplegadas puesto en jefe. Se timbra con corona de marqués".

jueves, 2 de junio de 2011

Albacete

Albacete es una ciudad española situada al sureste de la Meseta Central, concretamente en la comarca histórica manchega de la Mancha de Montearagón. Es la capital de la provincia de Albacete, perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, y sede del Tribunal Superior de Justicia de dicha comunidad autónoma.
Los orígenes de la ciudad son inciertos, aunque las primeras certezas de su existencia se encuentran durante el dominio andalusí de la zona, habiendo sido llamada la ciudad originalmente como البسيط Al-Basit, en árabe "La Llanura", en alusión al carácter llano de la geografía del lugar.

Albacete, con sus 170.475 habitantes (215.887 en el área metropolitana), según datos del INE de 2010, es la mayor ciudad en número de habitantes de toda Castilla-La Mancha. Tiene rincones, pasajes, plazas y edificios de singular belleza. Goza de una intensa actividad comercial, industrial y financiera, además, de una atractiva oferta cultural, gastronómica y de ocio. Buena parte de su fama de ciudad festera y noctámbula se la debe a su Feria de Septiembre, una de las más famosas de España, tanto por la calidad de sus espectáculos taurinos, como por los actos culturales y musicales.

La imagen que puede llevarse el viajero que decida detenerse en sus calles es la de una capital moderna, una ciudad alegre y bulliciosa con grandes espacios para el viandante, con muchas calles peatonales, así como, con innumerables parques y jardines. Albacete se encuentra entre las ciudades de más de 100.000 habitantes con menor presencia de contaminación de toda Europa. Su situación llana y la eliminación de barreras arquitectónicas han propiciado asimismo que sea una de las urbes con mayor accesibilidad.

Ubicación y Extensión
• Latitud: 38° 59' 44" N
• Longitud: 1° 51' 21" 0
• Altitud sobre el nivel del mar: 686 m
• Distancia NW-SE: 3,6 km
• Distancia W-E: 3,3 km
• Superficie del término municipal: 1.125,91 km2

lunes, 16 de mayo de 2011

ORGULLOSO DE SER ALBACETEÑO


ORGULLOSO DE SER ALBACETEÑO
Si no eres de Albacete quizá no te diga nada este escrito pero si lo eres puede que te
diviertas un rato.
El albaceteño no te llama por teléfono: Te da un toque.
El albaceteño no dice hola: Te dice ¡¡¡qué pasa zamarro!!!
El albaceteño no se cae: Se mete un hostión.
El albaceteño no se enamora: Se pone burro.
El albaceteño no trata de convencerte: Te raya.
El albaceteño no se lanza: Se embala.
El albaceteño no besa: Morrea.
El albaceteño no tontea con una chica: Está de sobe.
El albaceteño no bebe mucho: Se pone ciego.
El albaceteño no es que no entienda: No lo coge.
El albaceteño no te da la espalda: Te manda al pijo.
El albaceteño no te llama la atención: Te dice: ¡¡¡Ande vas!!!
El albaceteño no acaricia: Resoba.
El albaceteño no molesta: Da por culo.
El albaceteño no te golpea: Te mete una hostia (o te arremete con violencia).
El albaceteño no trabaja a tiempo parcial: Tiene un currillo.
El albaceteño no tiene amantes: Tienes zagalas (o mozas).
El albaceteño no se impresiona: Lo flipa.
El albaceteño no orina: Se mea ande puede.
El albaceteño no sufre de diarrea: Se caga a la pata abajo (o se caga como los abubillos).
El albaceteño no va rápido: Va con la lengua de fuera.
El albaceteño no se va del lugar: Sale arreando.
El albaceteño no duerme: Se queda sobao.
El albaceteño no se ríe a carcajadas: S'escojona.
Al albaceteño no le surge un problema: Le cae un marrón de cojones.
El albaceteño no pide que lo lleven : Pide que lo acerquen.
El albaceteño no es un presumido: Es un chuloplaya.
El albaceteño no es un insensato: Es un soplapollas.
El albaceteño no toma el autobús: Pa qué si está tó al lao, voy a pata.
El albaceteño no es buena persona: Es buena gente (¿personalidad múltiple?).
El albaceteño no es un tipo tranquilo: Es un lacio.
El albaceteño no es despistado: Está perdío.
El albaceteño no es un gandul: Es un juancojones.
El albaceteño no hace algo mal: La caga.
El albaceteño no liga: Se magrea con alguna.
El albaceteño no pierde el tiempo: Esta perreando.
El albaceteño no dice tardaré en bajar: Dice ahora bajo (y te puedes quedar esperando).
El albaceteño no esta cansado: Esta reventao.
El albaceteño no ve a una chica fea: Ve un cardo.
El albaceteño no te dice que estás equivocado: Te dice "ande vas tonto la chorra...".
El albaceteño para decir que sí no niega dos veces; niega tres: "'¡No ni ná!".
El albaceteño no se enfada : Se rebota.
Al albaceteño no le sale algo mal: Se le va tó a tomar por culo.
El albaceteño ¿no es sencillamente genial?: El albaceteño es la polla.