domingo, 3 de julio de 2011

"UN POQUICO" DE HISTORIA

Se sabe, por algunos hallazgos cerámicos, que el origen de Albacete es musulmán, y que era una pequeña alquería, muy próxima a Chinchilla de Monte-Aragón, plaza de la que dependió durante casi toda la Edad Media. Su nombre original era Al-Basit (la llanura).
Tras la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212, los reyes cristianos rompen las defensas almohades y se adentran en los despoblados y desprotegidos territorios de La Mancha albacetense. La pequeña Al-Basit es tomada en 1241 y entregada como aldea al poderoso concejo de Alarcón (Cuenca).
En la historia de esta provincia, y en general, en la historia de la Edad Media española, tiene un gran peso la figura de don Manuel, hermano del rey Alfonso X, que había logrado un importante señorío tras la conquista de los reinos musulmanes levantinos. El señor de Villena inicia una ingente labor de repoblamiento, con la esperanza de triunfar allí donde el rey y la Orden de Santiago habían fracasado. Mediante el Privilegio de Villazgo, promulgado en el castillo de Garcimuñoz en 1375, se concede a Albacete el título de villa independiente de Chinchilla. No obstante, el señorío de Villena y más tarde marquesado, padeció no pocas vicisitudes en los años siguientes. Durante un lustro, las tierras albaceteñas fueron escenario de un conflicto bélico entre los partidarios de los Reyes Católicos y los de Juana la Beltraneja, apoyada por don Diego López Pacheco, segundo marqués de Villena.
El fin del marquesado de Villena se inicia en 1475, con la sublevación de Alcaraz.
Finalmente, los Reyes Católicos y sus partidarios ganaron la contienda, y la Corona se apropia de todas las villas, expropia el Marquesado y las encomiendas de la Orden de Santiago, y hace sentir el peso de la nueva política. La nobleza, es compensada con creces y las ciudades ven recortados sus fueros y privilegios.
Los sucesos históricos que convulsionan el Reino en los siglos siguientes, afectan a Albacete de diversas maneras.
Durante la guerra de las comunidades y salvo un breve período, la capital, igual que las otras grandes villas, permanece fiel a la monarquía.

Durante el S. XVIII, Albacete se encuentra estructurado partiendo de tres núcleos: Alto de la Villa, El Cerrico y la Cuesta, con límite de barrera al Norte en la Carretera Madrid-Valencia. Los tres núcleos tenían una población de unos 8000 habitantes. En Septiembre de 1710, Felipe V concedió a la ciudad el privilegio de una feria franca. La ciudad acordó construir un edificio permanente en el paraje de Santa Catalina, en las ""eras"" o ""ejidos"" de su propiedad, cercano al molino del Acequión, al Oeste de la villa.
Durante la guerra de independencia española, 1808-1812, las autoridades buscaron el refugio de la sierra albaceteña, desde donde coordinaron la resistencia al ejército francés.
En 1833 se configura, con algunas variantes, la actual provincia de Albacete y a esta villa como su capital. Sin embargo, Albacete no lograría el rango de ciudad hasta 1862, por decreto de Isabel II de España.
La Desamortización de Mendizábal, trajo consigo una gran variación en la forma de la ciudad, al aprovechar diversos conventos para configurar plazas como la del Altozano.
Durante la Guerra Civil española, debido a su cercanía al puerto de Cartagena y a su estratégica situación como nudo de comunicaciones, Albacete fue sede de las Brigadas Internacionales. Como el resto de España, sufrió con dureza los rigores de la Guerra Civil, siendo bombardeada en diversas ocasiones. Aún hoy en día se pueden ver las huellas de la Guerra Civil, quedando los refugios antiaéreos de la Plaza del Altozano como testimonio del pasado.
Por Real Decreto de 19 de Diciembre de 1851, se dispuso la construcción de la línea férrea de Aranjuez a Almansa, siendo inaugurado solemnemente el ferrocarril los días 18, 19 y 20 de marzo de 1855. Dicha estación de tren se encontraba situada donde hoy puede verse la fuente de las Ranas. En 1853 se abrió el Paseo del Progreso (renombrado sucesivamente como de Alfonso XII, de la República, de José Antonio, y en la actualidad Paseo de la Libertad). Dicho paseo configuraba el eje burgués de la ciudad, enlazando la Plaza del Altozano con la Estación de tren, a semejanza de otras aperturas viarias unidas a estaciones de ferrocarril que se ejecutaron en el Paris de
Hausmann, o muchísimas otras ciudades europeas.
En 1871 se realizó el primer plan de ensanche para la ciudad de Albacete. Manteniendo los criterios urbanísticos de ensanches decimonónicos, se ejecutó un plano que marcó el crecimiento de la ciudad de Albacete durante los siguientes decenios. Se basaba el plano en la continuación del crecimiento de la ciudad en manzana cerrada mediante un esquema claramente radiocéntrico. De este modo, se configuró la ciudad en un abanico, esquema que se ha mantenido hasta hoy en día.
En el año 1906 se realizó en Albacete el edificio del Ayuntamiento, bello ejemplo de arquitectura eclecticista que junto con el Edificio del Gran Hotel, configuran los mejores ejemplos de dicha arquitectura en la ciudad de Albacete. De principios de siglo es también el Parque de Abelardo Sánchez, céntrico parque que en un principio se llamó de Canalejas.

El crecimiento y desarrollo de la ciudad de Albacete durante el siglo XX ha venido dado por una serie de Planes Generales que, con mayor o menor fortuna crean la ciudad que hoy tenemos.
En la actualidad, la ciudad de Albacete sufre una enorme transformación, con la ejecución de muy diversos proyectos, como el Palacio de Congresos, la ejecución de un nuevo aeropuerto, una nueva estación de tren que conecte a la ciudad por AVE, la ampliación del Polígono Industrial Campollano, la ejecución de un nuevo polígono industrial de Romica, o la finalización de diversos aparcamientos públicos, síntoma del claro despegue económico que está sufriendo la ciudad.